El viernes a las 10:00 teníamos nuestra reunión mensual del grupo de voluntarias de "Mayores Amigas", que nos dedicamos a un proyecto de atención y acompañamiento a mujeres en situación de extrema soledad. Y un ratito antes, pusiste un audio para el grupo, de que no podías asistir, porque la medicación que tomas para tu enfermedad, te había dejado sin fuerzas para poder asistir. Y el sábado, por sorpresa y sin avisar, nos dejaste.
Conocimos a Antonia, hace casi 15 años, cuando era voluntaria en una asociación que se estaba iniciando para ayudar y cuidar a los animales, sobre todo perros y gatos, que la gente sin escrúpulos abadona.
Te hemos visto en muchísimas actividades, recogiendo pienso y donativos, que han servido para salvar a miles de estos perritos y gatitos, que sus "dueños", abandonan en las cunetas, en contenedores, en la calle, en la perrera, etc. Muchas veces, hacías de casa de acogida para ellos.
También, durante muchos años, has colaborado activamente como voluntaria en muchísimas actividades, como el "Mercadillo Solidario", las "Recogidas de Alimentos, de Juguetes y Material Escolar", para las familias desfavorecidas de Antequera y sus anejos.
Otra de tus actividades solidarias ha sido la de ayudar a las familias de refugiados en los campamentos Saharauis con la asociación Arena.
Estabas dispuesta a ayudar a quien sea y donde sea, siempre que tu enfermedad, te diera una tregua y te dejara hacerlo.
Como las buenas voluntarias, nunca querias ser centro de atención, ni destacar, ni salir en la "foto". Siempre querías pasar desapercibida, pero sin descuidar tu labor de voluntaria en ningún momento.
Antonia, aunque nunca te lo dijimos abiertamente, sentimos una gran admiración por ti, por tu sencillez, tu imaginación, tu sentido del humor, tu sonrisa, tu disponibilidad, tu tenacidad, tu ternura, tu voluntad, tu amor, etc...
Si te estamos escribiendo esta carta, es porque no hay, ni han habido muchas personas tan solidarias como tu. Y desde que te has ido, el Mundo es un poco peor.
Todas esas personas que, sin ni siquiera conocerte, te increparon por las redes sociales, por ese episodio, que bajo los efectos de la medicación, sufriste, se han perdido a esa persona tan maravillosa que fuiste. Ojalá, la próxima vez, paren un momento y piensen mejor, antes de hacer sufrir a nadie innecesariamente.
Ya nunca podremos devolverte ni un 1% de lo que nos diste. Pero mientras tengamos memoria, tu siempre estarás en nuestros corazones.
Allá donde estés, hasta siempre, Antonia.